domingo, 8 de junio de 2008

The Police, finalmente, The Police

Siendo un cuarentón fanático de la música, entregado a las delicias que el buen Rock provoca en todos los sentidos, especialmente en el auditivo, es imposible, casi impensable que no sea un seguidor de esa gran banda británica llamada The Police.

Recuerdo claramente cuando conocí la música de The Police. Estaba en la secundaria cuando mi hermano trajo a casa un disco de un concierto denominado The secret policeman other ball, en donde los dos primeros cortes corrían a cargo de un tipo llamado Sting, cantando dos canciones magníficas, Roxanne y Message in a bottle. La música me cautivó inmediatamente, la voz de Sting produjo un encantamiento que me llevó a admirar inmediatamente a este tipo. A las pocas semanas, un compañero de clase me prestó un disco magnífico llamado Zenyatta Mondatta. La pasión por The Police había nacido. Poco después otro amigo me prestó el Gosth in the Machine y varias semanas después aparecía el álbum Synchronicity. En México no era fácil conseguir sus dos primeros discos y eso me tomó un par de años, pero cuando logré conseguir el Outlados d'Amour y el Reggatta de Blanc, mi colección estaba completa y mi fascinación por esta banda se hizo mas intensa y profunda. Desafortunadamente, me tocó conocer a The Police cuando estos ya estaban en pleno proceso de desintegración y durante la gira del Synchronicity no visitaron México (en el México de los 80's no había conciertos de Rock de ese calibre.

Debido al odio que se profesaban los ex-integrantes de The Police, siempre pensé que sería imposible poderlos ver en vivo. En 1991, Sting visitó la ciudad de México y pensé que sería una magnífica oportunidad de saborear algo de lo que The Police había sido. Mi decepción no pudo ser mayor. Un concierto interesante a secas, con versiones demasiado adornadas de sus viejas canciones y mucho de su material como solista. Andy Summers también visitó México, pero con la experiencia de Sting, no me quedaron ganas de irlo a ver. Finalmente, el año pasado aparecieron tocando juntos en la entrega de los Grammy y lanzaron una gira internacional. Mis oportunidades de verlos volvían a la vida, pero viviendo en Bélgica, me cuesta trabajo enterarme de este tipo de eventos por mi desconocimiento tanto del Flamenco como del Francés. Un día, buscando opciones me enteré que The Police estaría en París, pero los precios de las entradas eran exagerados y además había que incluir el precio del tren (TGV) y del hotel para pasar la noche en París. Demasiado caro. Había un par de fechas programadas en Amberes, pero la primera fecha estaba agotada y no abrieron una segunda fecha hasta ya muy cerca del concierto y me fue imposible conseguir boletos. Este segundo concierto fue cancelado debido a problemas vocales de Sting y prometieron volver mas adelante. La esperanza no había muerto, pero debido a que mis días en Bélgica están contados, no había grandes posibilidades de que me tocara en suerte verlos. Mientras tanto, mis amigos en México se burlaban maliciosamente al mostrarme por vía del Skype sus boletos para el mentado concierto en la ciudad de México.

Mis amigos no escatimaron ni regatearon la oportunidad de hacerme sentir miserable al narrarme la experiencia de había quedado atrás para el fanático de The Police. Pero la suerte no me ha abandonado, eso lo descubrí el día que un amigo del trabajo se acercó y me dijo que The Police se presentaría en el festival de Werchter Classic. Inmediatamente compramos los boletos y ayer tuve la oportunidad de presenciar un evento musical que cierra un ciclo, ver a Sting, Andy Summers y Stewart Copland en vivo.

Sting tiene una voz maravillosa y su presencia en el escenario es magnífica. A sus 57 años no le hace ningún favor presentarse con una barba canosa, pero a pesar de que parece mi abuelito, sigue cantando con una energía increíble. Todo el concierto tocó un bajo que mostraba los estragos de los años. No me extrañaría que fuera el mismo que utilizó en 1980 en el mismo festival.

Andy Summers es un genio de la guitarra. Saca sonidos magníficos y se vuelve uno con su lira. Es un prodigio, que no recibe el reconocimiento de otros grandes guitarristas, pero su capacidad de ejecución es brillante, limpia, encantadora.

Stewart Copland... silencio respetuoso y pongámonos de pie ante el gran Copland. Brillante de principio a fin posee una de los sonidos de batería mas crudos pero a la vez sofisticados. Simples pero intensos. Con una capacidad de generar sonidos que te pegan en los intestinos y otros que por su dulzura te transportan a un cuento de hadas. Quizá uno de los mejores bateristas vivos del Rock

El concierto abrió con Message in a bottle y tocaron prácticamente todos sus grandes éxitos. Roxanne, Walking on the moon, So Lonely, Hole in my life, Bring on the night, Don't stand so close to me, Driven to tears, When the world is running down, De do do do, De da da da, Every little thing she does is magic, Invisible sun, Demolition man, Rehuminize yourself, One world, Synchronicity, Every breath you take, King of sun, Wrapped around your finger y algunas otras que escapan ahora a mi memoria fueron tocadas con maestría, con genialidad, con intensidad. Por un lado daba pena que el concierto terminara, pero por otra parte, tocaron todo lo que queríamos escuchar.

He tenido la gran fortuna de ver y escuchar en vivo casi a todas las bandas y músicos que mas me han impactado. U2, Pink Floyd, Eric Clapton, Carlos Santana (3 veces), BB King (2 veces), Jimmy Page y Robert Plant, Peter Gabriel (2 veces), Paul Simon, Paul Mccartney, The Rolling Stones (2 veces), INXS, Yes, Jethro Tull, Marillion, Billy Joel, Elton John, Oasis, Men at Work y muchos otros. Nunca pensé que a esta lista podría agregar el nombre de The Police, pero por el momento, es la cereza que adorna este pastel.